Las propiedades cosméticas del aceite nunca han pasado desapercibidas.  Ya lo descubrieron los egipcios hace 5.000 años para dar masajes y para cuidar e hidratar la piel y el cabello .
También se dice de él que fue el primer calmante que se utilizó para aplacar determinados trastornos cutáneos. Los griegos y los romanos elaboraban ungüentos especiales con las hojas del olivo y su aceite para los atletas y luchadores. Y es que el listado de sus beneficios cosméticos es muy extenso:

• Es una fuente rica en ácidos esenciales que ayudan a restaurar los niveles naturales de humedad de la piel.
• Contiene vitaminas A, D y K y más vitamina E que cualquier otro tipo de aceites. Esto lo convierte en un poderoso antioxidante para combatir la formación de radicales libres, máximos responsables del envejecimiento.
• Además de proteger la piel frente a factores ambientales externos, también la hidrata y mantiene la estructura de la dermis consiguiendo así una mejor regeneración y mayor firmeza.
• Posee propiedades nutrientes, regeneradoras, suavizantes, relajantes, tonificantes y cicatrizantes.

Se aprovecha todo
Pero no sólo su jugo es beneficioso para tu cuidado. El hueso de la oliva, machacado, es un perfecto exfoliante. Además, su fruto es una importantísima fuente nutritiva y un eficaz antioxidante, al igual que la hoja del árbol, que reúne un poder contra los radicales libres y reparador mayor incluso que la propia aceituna. De este modo, muchos productos, gracias a la extracción del concentrado puro de la hoja, proporcionan una doble función antiedad: protegen y reparan frente a las agresiones externas y el envejecimiento.

Un ingrediente para usos muy diversos

Ahora lo rescata la cosmética moderna para incorporarlo a cremas hidratantes, exfoliantes, limpiadoras, jabones, champús, suavizantes y mascarillas e incluso en productos de maquillaje. Todos ellos para dar suavidad, elasticidad, hidratación, protección y brillo tanto a tu piel como al cabello.
Precisamente una buena idea para cuidar la melena, si no dispones de los cosméticos adecuados, consiste en aplicar unas gotas de aceite en el cuero cabelludo con un suave masaje para aumentar la circulación. Éste te ayudará a relajarte y a fortalecer los folículos pilosos. También puedes nutrir y dar brillo a tu pelo si cada 15 días lo masajeas con aceite de la raíz a las puntas y luego te cubres la cabeza con una toalla caliente. Después de 5 minutos ya puedes lavarte con tu champú habitual.