Mascarilla para pieles grasas y acné:

El truco anterior también sirve para las pieles grasas. Sólo utilizando una manzana triturada, aplicarla sobre la cara y dejarla actuar durante 20 minutos. Notarás el efecto al instante.
Otra forma de utilizar la manzana, es raspándola con un poco de jabón sin aroma, y añadiendo dos cucharadas de miel y un chorrito de agua. Dejar reposar durante 5 minutos y acto seguido frotar el rostro suavemente con la mezcla y dejar actuar de 30 a 45 minutos.

Mascarilla para tener una piel suave:

Para las épocas en las que nuestra piel suele resecarse demasiado, podemos triturar media manzana con piel fresca, y mezclarla con una cucharada de miel y si queremos, podemos añadir también una yema de huevo para mayor humectación. Aplicar sobre la cara y dejar actuar de 10 a 20 minutos.
Además de reducir el acné, gracias la vitamina A ayuda a controlar la producción de sebo, tanto para pieles secas como para pieles grasas.

Mascarilla para poros abiertos:

Para las mujeres que sufren el problema de los poros abiertos, es recomendable rallar una manzana, cuanto más verde mejor, con piel, y mezclarla con una cucharada de yogurt natural, dos cucharaditas de zumo de limón y una de miel. Esta mascarilla posee efectos calmantes y ayuda a cerrar los poros.

Mascarilla para la flaccidez:

Para esas zonas rebeldes de la cara donde la piel se empieza a descolgar, podemos mezclar medio vaso de zumo de manzana con medio vaso de zumo de melón, y masajear esas partes suavemente. Poco a poco notarás que tu piel recupera firmeza y elasticidad.