Puede resultar muy difícil levantarse temprano, en especial si nos desacostumbramos, pero los beneficios son muchos. El cuerpo se rige por un reloj biológico interno llamado ritmo circadiano, y cuando nos levantamos tarde ese reloj funciona mal, haciéndonos sentir más cansancio y sueño, entre otros perjuicios para la salud.
Convéncete de que quieres levantarte más temprano; Piensa en todas las cosas que podes adelantar, en lo productivo que va a ser tu día, en la energía que vas a tener por levantarte temprano y en el rico desayuno. Utiliza esa imagen mental para motivarte.
Tu fuerza de voluntad es la llave; Utiliza tu fuerza de voluntad y levántate de un tirón. Tu cuerpo se va a adaptar.
- No te quedes remoloneando en la cama; Apenas te despiertes, levántate No le des a tu cuerpo tiempo de convencerte de seguir durmiendo. Nunca justifiques el “5 minutos más” ni vuelvas a la cama.
- No cenes antes de dormir ya que se duerme pesado y no se descansa bien. Conviene cenar al menos dos o tres horas antes de irte a dormir. Asegúrate también de haber tomado suficiente agua.
- Pon tu despertador al lado opuesto de tu habitación Ayuda si la alarma es fuerte y no se corta después de un rato. Despertarte ni bien escuches la alarma. Al principio vas a querer volver a dormir pero esfuérzate y levántate Si mantienes ese habito unos días, tu cuerpo y tu cerebro se acostumbran.
- Hacer un poco de actividad física el día anterior le proporcionará a tu cuerpo el oxígeno que necesita para relajarse y dormir mejor. No hace falta que sea nada especial, puede ser salir a correr un poco, a pasear en bici o hacer algo de gimnasia.
- Pégate una ducha apenas te levantas; Te va a despabilar y te va a hacer sentir fresco para empezar el día.
- Desayuna bien; La cafeína puede darte energía al principio, pero después de un rato vas a estar más cansado que antes. Es preferible consumir poca cafeína o evitarla. Más importante es consumir muchas calorías en el desayuno ya que es la energía que vamos a usar durante el día. Lo mejor son los cereales, la leche y las frutas. También toma abundante agua durante la mañana, la hidratación es vital.
- Una caminata mañanera o desayunar al aire libre en un patio, terraza o balcón es una muy buena idea. El aire fresco, el oxígeno de la mañana y la luz natural te van a despabilar para comenzar el día con muy buen ánimo. Salir a comprar unas facturas puede ser una opción interesante.
Hay que ser perseverante y disciplinado con los horarios. Hay que tener un horario fijo para irse a dormir y otro para levantarse durante toda la semana, sino no se hace el hábito. Lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas.
Cuanto más tarde te levantes, más sueño vas a tener durante el día.
Planea tus actividades y eventos importantes en la mañana; eso te va a dar más motivación para levantarte y enfrentar el día, y el ponerte en acción te va a quitar el sueño. Levantarse temprano es una de las claves para una vida más saludable, tanto física como emocionalmente. El hábito se adquiere rápido. Inténtalo, ¡persevera y lo vas a lograr!