Seguramente el aparato digestivo no es lo primero que se te viene a la cabeza cuando piensas en una piel radiante. Pero, ¿sabías que el tipo de alimentación que seguimos es una de las primeras cosas que influye en la piel?
La falta de vitaminas y otros nutrientes, una alimentación baja en grasa y unos niveles bajos de bacterias probióticas pueden tener un impacto negativo en nuestra piel.
Hoy repasamos la importancia que tiene en nuestra piel una buena alimentación, las consecuencias de un consumo de alimentos no adecuado y la manera en la que podemos contribuir a mejorar nuestro cutis.
Falta de vitaminas y otros nutrientes
Una mala digestión también puede manifestarse en la piel como resultado de unos niveles bajos de nutrientes liposolubles: vitaminas A, K, D y E y carotenoides.
La vitamina A se encuentra en los huevos, el hígado, los aguacates, las batatas y la calabaza y la falta de esta vitamina favorece la aparición de acné.
La vitamina K se encuentra en las yemas de huevo, los productos lácteos, el yogur, los aceites de pescado y las verduras de hoja verde. Un nivel bajo de vitamina K favorece la aparición de hematomas.
La vitamina E se encuentra en las espinacas, las acelgas, los tomates secos, las semillas de girasol, el germen de trigo, los aguacates y las almendras. Esta vitamina es la encargada de proporcionar a la piel un aspecto fresco y húmedo.
Los carotenoides son los pigmentos responsables del color rojo, amarillo y naranja de las frutas y verduras. Existen más de un total de 600, aunque el más conocido es el betacaroteno, que se encuentra en los pimientos y las zanahorias.
Elige bien tus alimentos para garantizar siempre las dosis necesarias de estos nutrientes.
Consumo de grasas
A menudo, tener una piel seca es el resultado de una alimentación baja en grasa.
Sin embargo, aun consumiendo pescado graso, semillas y sus aceites, principales fuentes de grasas saludables omega 3, es probable que también tengas la piel seca.
¿Cuál es la razón?
La lipasa es una proteína o enzima digestiva que libera el páncreas y ayuda al cuerpo a absorber y digerir la grasa y la escasez de esta lipasa en nuestro organismo también provoca sequedad en la piel.
Si tienes bajos los niveles de lipasa, puedes consultar con tu médico de cabecera para tomar una cápsula de enzimas digestivas, lo que facilitará el proceso de digestión y mejorará el estado de tu piel.
Niveles bajos de bacterias probióticas
Las bacterias probióticas, bacterias beneficiosas, tienen un papel muy importante en la salud digestiva.
Se encuentran principalmente en los yogures y productos fermentados, como el chucrut (col blanca fermentada en agua con sal).
Estas bacterias desempeñan muchas funciones en nuestro organismo: ayudan a la combinación de vitamina K, magnesio, calcio, zinc y otras vitaminas B y combaten bacterias y levaduras no deseadas, entre otras.
Tener diarrea, algún tipo de infección o, simplemente, mala suerte puede provocar un descenso en los niveles de bacterias probióticas.
Algunos problemas de piel asociados a esta carencia de bacterias incluyen inflamación, cicatrización lenta de heridas, propensión a las quemaduras solares y la rosácea.
Incorporar alimentos que contienen bacterias probióticas en tu dieta puede ayudar a mejorar el estado de tu piel.