1. Descifra los Botánicos Los extractos botánicos son altamente valorados por sus propiedades medicinales o terapéuticas en la industria de la cosmetología. “Los botánicos que contienen betacaroteno pueden de hecho mejorar la calidad de la piel”, señala el Dr. Tabor. “Recuerda que los productos que contienen extractos naturales deberían tener cierto color o tono en ellos. Si el producto que utilizas dice contenerlos, pero su color es blanco, deberías dejar de usarlo pues esa ausencia de color sólo se debe a los químicos contenidos en él”.
2. Desaparece los años frotando El masaje es benéfico para algo más que nuestra espalda. “Un masaje facial ayuda a estimular la liberación de colágeno de los fibroblastos (o células) de la piel y a restablecer la elasticidad que se pierde con la edad.” Muchos tratamientos faciales muestran técnicas de masaje como parte de ellos.
3. Nunca se es demasiado joven ¿Sabías que tu piel comienza a envejecer después de los 20 años? “No esperes a tener 40 años para emplear productos avanzados de súper resistencia, hazlo ahora”, sentencia Tabor. “Una persona de 20 pierde el colágeno de su rostro al mismo ritmo que una de 40. Pero usando productos de fuerza total inmediatamente, puede ayudar a detener la pérdida de colágeno, así como otras señales de envejecimiento.”
4. Primero las manos, después la cara ¿Crees que tu brocha de maquillaje se ensucia? Nuestras manos son portadoras de millones de bacterias en todo momento que inevitablemente van a parar a nuestro rostro. “Nunca te pongas maquillaje o productos de cuidado de la piel, o siquiera te toques la cara hasta no haber lavado bien tus manos”, comenta el especialista. “Las bacterias son las principales culpables de los desequilibrios en la piel y, a pesar de lo que piensa la gente, la mayoría de los gérmenes que llegan al rostro no provienen del aire sino de las propias manos.”
5. Prefiere los Poros Abiertos Los poros cerrados significan una menor absorción de producto, “Para un beneficio al máximo, antecede tu régimen de limpieza nocturno, abriendo tus poros. La mejor forma de hacerlo es tomar una toalla pequeña, sumergirla en agua caliente y colocarla sobre tu cara por unos segundos”, explica Tabor. Después, aplica tus sueros y humectantes nocturnos.
6. Tu Cara se Encoje “Al envejecer, perdemos masa ósea, incluyendo los huesos de nuestra cara. Estudios médicos muestran que el rostro se encoje con la edad!”. El médico sugiere tomar suplementos de calcio para apoyar la estructura facial. “Mientras más puedas retrasar la osteoporosis tomando calcio, mejor” explica. Es la mejor forma de evitar la apariencia de “rostro colgado”.
7. El producto más importante de limpieza que no estás usando Las vitaminas benefician al cuerpo en más de una forma. “Uno de los productos más importantes para el cuidado de la piel con el que una mujer debe contar es un frasco de vitaminas de alta calidad. Después de todo, la piel es el reflejo de que tan bien se alimenta una persona. Conforme maduras, asegúrate de que tu régimen vitamínico incluya antioxidantes y aceites omega-3″.
8. ¿El Programa de ejercicio para el rostro flácido? Aunque los ejercicios faciales podrían parecer tontos, “Es importante recordad que tu cara tienen músculos, y los músculos tonificados siempre lucirán mejor que los músculos flácidos,” dice el doctor. Una razón más para sonreír más seguido.
9. Hidrátate más y más si crees que te has hidratado lo suficiente, ¡úntate un poco más! “Hidrátate más de lo crees que necesitas. Es mejor aplicar el producto cuando tu piel aún esta húmeda de modo que éste pueda ayudar a alimentar algo de esa humedad a tu piel. Y mientras lo haces, ¡hidrátate desde adentro tomando mucha agua!”.
10. No es solo el remedio de tu abuelita Poner rebanadas de pepino sobre tus ojos puede sonar como antídoto antiguo, sin embargo, se ha comprobado medicamente su eficacia. “Los pepinos fríos sobre los ojos hinchados si alivian y reducen la inflamación. Incluso, muchos productos costosos para los ojos contienen extractos que están químicamente emparentados a los pepinos”, concluye el doctor Tabor. De modo que sácalos del refrigerador, ¡y comienza a rebanarlos!