La fruta es una opción ideal para nuestro desayuno. Las frutas poseen una serie de nutrientes muy beneficiosos a cualquier hora del día, pero más aún tras las largas horas de ayuno nocturno.

Al despertar, nuestro aparato digestivo se encuentra vacío, por lo que al desayunar fruta, esta se digerirá con mayor facilidad y rapidez, proporcionando un rápido aporte de azúcares saludables que aprovechará nuestro organismo para cargarse de energía.

Por otro lado, las frutas contienen un elevado porcentaje de agua, vitaminas y minerales, lo que ayudará a tu cuerpo a hidratarse y a eliminar las toxinas acumuladas durante la noche y su alto contenido en fibra te ayudará a sentirte saciado por más tiempo y a regular tu tránsito intestinal.

 Sin embargo, a pesar de las bondades de desayunar fruta, no te aconsejamos realizar un desayuno exclusivamente a base de fruta, a no ser que se trate de situaciones concretas en que estés realizando una dieta desintoxicante. El motivo no es otro, que también deberíamos incluir a primera hora del día algún alimento de tipo proteico e hidratos de carbono de absorción lenta. De esta forma nos aseguraremos de nutrirnos de forma correcta y de no arriesgarnos a estar desmayados de hambre en un par de horas, sobre todo si somos de los que acostumbramos a hacer ejercicio por la mañana.

Las mejores frutas para incluir en nuestro desayuno, serán siempre las que más nos gusten dentro de las frutas de temporada, ya que son las que se encuentran en su óptimo momento de consumo.

Algunas de las frutas más populares para empezar el día son:

  • Pomelo
  • Naranja
  • Mandarinas
  • Kiwi
  • Fresas
  • Plátano
  • Piña
  • Sandía
  • Melón
  • Melocotón
  • Pera
  • Manzana
  • Ciruelas
  • Frambuesas
  • Cerezas

Pero estos son sólo ejemplos. Con las frutas viene bien dejarnos llevar por la apetencia del momento, ya que la naturaleza es sabia y en ocasiones nos “pide” (en forma de antojo) aquella fruta cuyas vitaminas o minerales más necesitamos.