Las vitaminas son sustancias imprescindibles para el ser humano. Aunque no aportan energía se necesitan para que el organismo sea capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por los alimentos.

Hay trece vitaminas en total, las liposolubles (A,D,E,K, que se disuelven en grasas y aceites) y las hidrosolubles (C y el complejo B que se disuelven en agua).Tomando una dieta equilibrada en la que abunden los alimentos frescos y naturales, no es necesario ningún aporte adicional de vitaminas sintéticas.

En determinadas etapas de la vida como la infancia, el embarazo, la lactancia y la tercera edad se necesita más cantidad de algunas vitaminas, y esto se consigue aumentando el consumo de alimentos ricos en ellas.

Sólo en alguna de las circunstancias mencionadas, y por prescripción médica, debe añadirse algún producto farmaceútico, este sería el caso de las embarazadas que necesitan un aporte de vitaminas B1, B2, B3, B6 y ácido fólico.En situaciones estresantes, por el efecto del tabaco, las bebidas alcohólicas o las drogas se precisa mayor cantidad de vitaminas. En este caso, es necesario aumentar la ingesta de alimentos que las contengan.

 Las principales fuentes de vitaminas son:
  • Vitamina C: cítricos, pimientos, kiwis, fresas, caquis, frambuesas, sandía, brécol, coles de bruselas, patatas y calabazas.
  • Ácido Fólico: levadura de cerveza, verdura de hoja oscura y de tubérculo, cereales integrales y germinados, ostras, salmón, leche entera y dátiles.
  • Vitamina B6: sardinas y boquerones frescos, nueces, lentejas, vísceras, garbanzos, carne de pollo, atún y bonito frescos o congelados, avellanas, carne de ternera o cerdo y plátanos.
  • Vitamina B2: vísceras, levadura de cerveza, germen de trigo, almendras, coco, quesos grasos, champiñones, maíz, quesos curados y semicurados, salvado, huevos y lentejas.
  • Vitamina B1: vísceras, levadura de cerveza, coco, salvado, huevos, lentejas, champiñones, germen de trigo, almendras, quesos grasos, mijo y salvado.
  • Vitamina E: nueces, cacahuetes, soja germinada, aceite de soja, aceite de oliva, margarina, avellanas, almendras, aceite de girasol, coco y germen de maíz.
  • Vitamina B1: vísceras, ajos, garbanzos, lentejas, avellanas, nueces, carnes de cerdo o de vaca, huevos y levadura de cerveza.
  • Vitamina K: en las hojas de vegetales verdes, hígado de bacalao, normalmente se sintetiza en las bacterias de la flora intestinal.
  • Vitamina A: huevos, quesos, atún, bonito, aceite de soja, mantequilla, zanahorias, espinacas, perejil, vísceras de animales.
  • Vitamina D: su fuente principal es la luz solar.

Minerales

 Son los componentes inorgánicos de la alimentación, los que forman parte de la naturaleza sin formar parte de los seres vivos. Son necesarios para elaborar los tejidos, sintetizar las hormonas y para la mayor parte de las reacciones químicas en las que intervienen las enzimas. 


Se dividen en tres grupos: los macroelementos, que el organismo necesita en mayor cantidad;los microelementos, que se necesitan en menor cantidad, y los oligoelementos, que se precisan en cantidades muy pequeñas.

Como macroelementos están el sodio (la sal es la fuente principal); potasio ( se encuentra en la fruta y verdura, legumbres y frutos secos); calcio (en productos lácteos, frutos secos, semillas de sésamo, verduras); fósforo (en frutos secos, queso, soja, yema de huevo); magnesio (en el cacao, maiz, frutos secos, avena y algunas verduras); cloro (en la sal común, algas, aceitunas, agua del grifo) y azufre (en legumbres, col, cebolla, ajo, espárragos, puerro, pescado y yema de huevo).

 Entre los microelementos se encuentran el hierro (en carnes, hígado, yema de huevo, verdura verde, cereales integrales, frutos secos y levaduras); yodo (se encuentra en la sal marina, algas, mariscos y pescados); cobalto (la remolacha roja, cebolla, lentejas, higos, lácteos, carnes y pescados); manganeso (pescados, crustáceos, cereales integrales y legumbres); el flúor ( en el té, col, espinacas, pescado); el cobre (cacao, pimienta, legumbres) y el zinc ( presente en crustáceos, levadura de cerveza , germen de trigo, huevos y leche).

Dentro de los oligoelementos tenemos el silicio (su fuente principal es el agua y alimentos vegetales); el níquel (en legumbres, cereales integrales, espinacas y peregil); el cromo (cebolla, lechuga y patatas); el litio (vegetales, crustáceos y algunos pescados) y el selenio (en germen de trigo, legumbres, cereales integrales y verduras de hoja verde oscura).

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